
Luego de estar en la clandestinidad, decidió "entregarse voluntariamente" a la Justicia.

Muchos creíamos que se trataba de un Otaku suelto que caracterizaba al Maestro Roshi, personaje de la popular serie animada Dragon Ball Z

Mediante guiños a los implicados en los casos de Corrupción, mandaba mensajitos encriptados: “Que nadie se preocupe, no tengo nada que decir que involucre a alguien”

Con "un falla" judicial deplorable se ordenó su excarcelación efectiva, para pasar al simple y cómodo arresto domiciliario. Se estaba saliendo con la suya

Pero, la presión mediática pudo más y los jueces no tuvieron otra salida que ordenar su regreso a prisión, es decir revocaron la orden de arresto domiciliario. Es que se ha vuelto en un apestado social. Su rostro desencajado y de alpinchista reflejaba sus planes sin éxito. (¿Habrá planeado fugar?)
